Nota Editorial

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Nota Editorial

 

El día de hoy se llevará a cabo una importante votación en el seno de la Cámara de Representantes de nuestro país. Se debatirá sobre el futuro del referendo convocado por la senadora Viviane Morales. Por este se pretende prohibir la adopción de menores de edad por parte de solteros, viudos y miembros de la comunidad lgbti.

 

Los argumentos son falsos, se amparan en mentiras, como lo ha mostrado el profesor Rodrigo Uprimny en su columna del domingo pasado en el diario El Espectador.


Pero lo que a mí me parece más preocupante, es que este mecanismo de participación ciudadana surja de las toldas del protestantismo. Porque es a esa corriente religiosa a la que pertenecen la senadora Morales y su marido, el señor Lucio, famoso por su pasado no muy transparente.


Será que ellos ignoran que Martín Lutero es la figura más importante que ha dado occidente en estos quinientos años. Que fue un pensador al que se le considera el padre de las libertades y de la democracia como forma de gobierno incluyente.


Y es precisamente esta última, la que modernamente debe ser entendida como el gobierno de la mayoría, teniendo en cuenta a la minoría, y sobre todo el sagrado derecho de esta a disentir.


Por ello no es comprensible que se someta a la minoría de los solteros, viudos y los lgbti, a la voluntad de la mayoría colombiana, que va a aplastar sus libertades. Y en donde saldrán perjudicados los niños, porque se quedarán sin familia.


Me llama la atención que estos promotores no tengan críticas hacia la pederastia, ni hacia el maltrato a la mujer que se produce en el modelo de familia heterosexual que ellos defienden. Ojalá entre los congresistas prime la sensatez y no la sed de votos religiosos.

 

Miguel Malagón Pinzón

Director/Editor

Revista de Derecho Público

Artículo no autorizado para publicación en línea.