Nota Editorial
Escrito por Luis Eduardo
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La izquierda y las elecciones en latinoamerica
En los últimos meses estamos presenciando el derrumbe de distintos gobiernos de izquierda en América Latina. El primero de ellos fue el de Bogotá, en donde después de 12 años esta corriente polÃtica perdió el gobierno de la ciudad.
La ineptitud, la corrupción, el mesianismo y la megalomanÃa provocaron que los electores optaran por una opción más de centro derecha. El segundo suceso fue el de las elecciones presidenciales argentinas, donde al igual que en nuestra capital, tras 12 años cayó el kirchnerismo. Probablemente las causas sean las mismas que las de Bogotá. En último lugar tenemos a Venezuela, en donde el chavismo perdió el control total del poder legislativo. Allà además de las situaciones anotadas habrÃa que agregar la violencia y la escasez alimentaria.
En estos tres paÃses la autocrÃtica ha sido nula y le achacan la derrota al influjo de los medios de comunicación de las multinacionales derechistas. Pero ninguno de estos paradigmas de inclusión social acepta sus errores, y ninguno ha sido capaz de entender que terminaron haciendo lo mismo que los otros grupos polÃticos al llegar al poder.
Esta situación es bastante compleja y más para un paÃs como Colombia, en donde estamos a punto de culminar felizmente el proceso de paz. Y decimos que es complicada, porque le da argumentos a quienes optan por la violencia y no por la vÃa democrática. Estos muestran que la verdadera izquierda sólo puede ser revolucionaria y ella sólo accederá al poder por las armas. Circunstancia en la que probablemente caerá Venezuela, en donde nuestro vaticinio es que habrá un golpe de Estado y un entierro del proceso democrático.
Ayer en nuestro hermano paÃs, se comenzó a hablar de una investigación a los comicios legislativos por un "golpe de la derecha" que motivó un fraude. La similitud con el caso bogotano es palpable, pues aquà nuestro Alcalde Mayor llamó en varias oportunidades a la desobediencia civil ante investigaciones de los organismos de
control.
Esto lo único que demuestra es que nuestra izquierda es una izquierda trasnochada, que no quiere entender que los procesos revolucionarios no lleva sino a dictaduras como la cubana. Por eso vuelvo a insistir en que la opción es la social democracia.
MIGUEL MALAGÓN PINZÓN
Director
Revista de Derecho Público